Hola, bienvenido a mi nuevo post, espero te sientas bien. Hoy te voy a contar mi experiencia usando un delivery virtual, algo tan cotidiano pero para mí muy nuevo. No es que viva en medio de la nada, sino que nunca tuve la oportunidad de hacerlo por simple pudor. Aproveché a hacerlo una vez que me encontraba con mi prima la última semana.
Pedí pizza de una pizzería que no visito hace unos seis años, la gente con la que convivo no les gusta y tuve que conformarme con el gusto de otra pizzería mucho más grasosa durante estos últimos seis años ¡Pero ya no más!. La pizzería que pedí delivery se llama Ugi's, es conocidísima en Argentina, no sé si está en otro lugar, soy demasiado ignorante con el origen de las pizzerías.
En fin, hice mi pedido y me salió bastante caro porque no tenía cupón de envío gratis (me lo dieron después del pedido :p) pagué unos $600 por la pizza + envío, ¡Pero valió la pena!
Algo que no sabía era que podía ver el recorrido de la pizza desde el local hasta mi casa, me sentía toda una señora con mentalidad de niño curioso al no despegar mis ojos de la pantalla para ver cómo la motito se dirigía derecho a mi domicilio, incluso traspasaba las casas, el delivery es el hombre araña cuando nadie lo mira, xd.
Finalmente llegó, le pagué y recibí la caja. Estaba feliz, había juntado la plata justito antes de pedir la pizza así no se quedaba buscando el cambio y entré para la casa de vuelta. Tenía una caja de pizza tamaño familiar para mi sola, estaba chocha. La metí un ratito al horno mientras me comía una porción porque moría de ganas por comer una, ¡pasaron seis años!
Me comí cada porción de diferentes maneras hasta que no daba más y fue mi almuerzo para el día siguiente. Le puse cinco estrellas porque era mi pizza favorita, si quieres invitarme a comer pizza, por favor llévame a Ugi's.
Disculpa si digo muchas tonterías.
~Salamelín.