No quiero culpar a nadie, la idea es que tampoco sea a mí. Reconozco que todos somos humanos y que nuestra inteligencia tan avanzada como especie puede alguna vez fallar, es tan simple como decirlo, aún así siempre reconozco todos mis defectos antes de que alguien más me los diga.
¿Por qué? Soy una persona insegura, así lo decía alguien.
Esa persona me hizo ponerme a prueba en muchas cosas, no sé si ahora soy una generadora automática de autosabotaje o una persona atenta a los detalles, me deja muy inquieta muchas veces.
Hay muchas cosas que quiero soltar de una vez, pero
Pero
Pero
Pero
Ugh, escribir de estas cosas me cuesta demasiado, me cuesta muchísimo abrir mis emociones por más superficiales que sean. No puedo seguir escribiendo de lo que pasa, no tenés por qué leerme, no tenés la obligación de hacerte cargo de lo que me pasa, nada de esto tiene sentido. Nunca termina teniendo sentido lo que digo, no puedo victimizarme en un blog de internet, no puedo pasar media hora sin querer decir lo que me molesta, es egoísta de mi parte.
Una persona madura resuelve sus problemas y conflictos internos por su cuenta. No soy una víctima de la sociedad, el mundo no gira alrededor mío.
Escribir mis emociones me cuesta tanto desde que invadieron mi privacidad, dijeron que esta práctica es infantil y debía abandonarla lo más pronto posible. Eso hago, pero no sé dónde depositar mis emociones.
No, tampoco quiero darles un espacio, no es mi idea, quiero tener la mente tranquila y con mis heridas sanadas, ¿el tiempo no puede ir más rápido? no sanan, no me siento feliz.
Ya dejé toda práctica que pueda darle un fin a mis pulsos, no voy a hacerlo, no me sirve, no me ayuda, no ayuda a nadie.
Me duele mucho no poder abrirme tanto, tengo miedo, no puedo llorar por miedo a que me invaliden. Llorar frente a alguien me resulta una exageración, no puedo hacerlo a menos de que tenga mucha confianza, no puedo hablar con alguien mientras lloro sin antes calmarme bruscamente, tengo miedo, es eso, desconfianza, inseguridad, inmadurez emocional.
No es necesario morir para estar muerta.